Pódium es una exposición que combina fotografía, instalación escultórica y ready-mades para cuestionar las jerarquías sociales, la obsesión por la competencia y la ritualización del consumo en el Antropoceno.

La pieza central es un comedero de cerdos de madera, desgastado por el tiempo, que simboliza la competencia deshumanizada y la lucha por los recursos. Sobre él, dispongo objetos cotidianos —cucharas, cuencos, semillas— que, al ser intervenidos con hoja de oro al estilo de los altares barrocos, contrastan lo mundano con lo sagrado. Esta intervención alude a la trivialización del éxito y a la sacralización del consumo, revelando cómo ritualizamos la acumulación y el trabajo.

Una serie de fotografías a diversas escalas capturan gestos efímeros: manos sosteniendo trofeos, personajes inmersos en rituales y deslumbrados por la luz. Estas imágenes, en diálogo con las esculturas, crean un juego semántico que evoca la fragilidad de las jerarquías y la fugacidad del reconocimiento.

El podio, con el simple acto de elevar es un reflejo de cómo la sociedad consagra la desigualdad. Esta exposición no solo expone la obsesión por competir y destacar, sino que nos confronta con la perversión de un sistema que celebra a unos mientras invisibiliza a otros. Pódium nos obliga a mirar de frente las consecuencias de vivir en un mundo que valora más el placer individual que el bienestar colectivo.